Triaditis felina

En este artículo os queremos explicar los aspectos más importantes de la triaditis felina, una enfermedad inflamatoria típica de los gatos que afecta de forma simultánea a tres órganos muy importantes como son, páncreas, hígado e intestino.

Los felinos, debido a su conformación anatómica tienen un alto riesgo de sufrir este síndrome ya que existe una conexión entre los conductos biliar, pancreático y colédoco que favorecen el desarrollo de esta importante afección.

1-. ¿Qué es la triaditis felina?

 

Es un síndrome felino en el que confluye la inflamación, ya sea aguda o crónica, de los tres órganos mencionados previamente dando lugar a:

 

            A-. Enfermedad inflamatoria intestinal:  es una de las enfermedades digestivas más frecuentes en gatos, con una etiología multifactorial de la que se describen varios tipos en función de la zona del intestino afectada y del tipo de infiltrado inflamatorio predominante.

Habitualmente este problema afecta a gatos de mediana edad o mayores, aunque también se puede diagnosticar en gatos jóvenes.

 

            B-. Colangitis: se define como una inflamación del hígado que afecta concretamente al árbol biliar y se distinguen tres tipos:

                        b1-. Colangitis neutrofílica: habitualmente consecuencia de una infección bacteriana aguda y se caracteriza por infiltrados de neutrofílicos en las zonas portales del hígado y los conductos biliares.

                        b2-. Colangitis linfocítica: puede tener un origen inmunomediado o representar la evolución de una colangitis neutrofílica aguda. Se caracteriza por la infiltración de moderada a severa de las áreas portales por linfocitos.

                           b3-. Colangitis secundaria a parásitos hepáticos.

 

            C-. Pancreatitis: puede ser aguda o crónica y en muchos gatos es asintomática o únicamente muestran signos inespecíficos (anorexia, letargo…). Las causas de la inflamación del páncreas incluyen infecciones, medicamentos, traumatismos…

2-. Causas de triaditis felina.

Actualmente las causas exactas que dan lugar a la instauración de este síndrome no se conocen con exactitud, pero la teoría más extendida es que la inflamación intestinal provoca una infección bacteriana ascendente desde el duodeno hasta el hígado y el páncreas.

 

Esto se debe a que en aproximadamente el 80% de los gatos el conducto biliar común y el pancreático se unen para desembocar de manera conjunta en el intestino delgado a través de la papila duodenal mayor, estableciéndose asi una ruta común a través de la cual las bacterias del duodeno pueden ascender hasta colonizar páncreas y hígado.

 

Esta infección ascendente se ve favorecida por alteraciones digestivas, como los vómitos o las diarreas que pueden provocar un reflujo de líquido duodenal hacia los conductos pancreáticos y biliares. Ademas se ha comprobado que el intestino del gato contiene 100 veces más bacterias que el de un perro.

 

En los últimos años han surgido otras hipótesis y se piensa también en un origen inmunitario basado en el hecho de que los linfocitos que abundan en caso de enfermedad inflamatoria intestinal pueden migrar al hígado y/o páncreas dando lugar a un proceso inflamatorio en dichos órganos.

 

3-. Síntomas de la triaditis felina.

A pesar de que este síndrome involucra diferentes órganos, los signos clínicos son muy inespecíficos, aunque casi siempre se describen signos gastrointestinales. Éstos varían mucho dependiendo del grado de inflamación, además en ocasiones pueden sugerir la afectación de un único órgano.

Los síntomas más comunes de una triaditis son:

  • Anorexia
  • Pérdida de peso
  • Apatía
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Letargo
  • Ictericia
  • Dolor abdominal

4-. Diagnóstico de la triaditis felina.

La triaditis felina es un diagnóstico que siempre debe considerarse en gatos con signos clínicos como vómitos, diarrea, pérdida de peso o ictericia. Para alcanzar el diagnóstico de esta enfermedad es necesario realizar una buena anamnesis y exploración física para ver los signos que presenta el paciente y seguidamente será necesario la realización de diferentes pruebas de diagnóstico, entre las que destacan:

 

            – Análisis hematológico: los cambios en el hemograma suelen ser inespecíficos, siendo las alteraciones más frecuentemente descritas la leucocitosis con neutrofilia y la anemia.

 

            – Análisis bioquímico: dentro de los parámetros bioquímicos generales se han descrito elevaciones de las transaminasas hepáticas, asi como de la urea y la creatinina habitualmente secundarias a la deshidratación. Tambien existen marcadores más específicos los cuales pueden ser más útiles para el diagnóstico de esta enfermedad, destacando:

                        – Determinación de la concentración de cobalamina: ésta puede estar disminuida en gatos con EII, pancreatitis y/o enfermedad hepatobiliar.

                        – Lipasa pancreática felina inmunorreactiva (fPLI): La fPLI suele estar aumentada en casos de pancreatitis, siendo una prueba muy sensible y especifica.

 

            – Radiografías: en la gran mayoría de ocasiones son normales, pero en algunos casos se puede ver una disminución del detalle abdominal y/o un aumento de la opacidad de los tejidos blandos en el cuadrante craneal derecho del abdomen.

 

            – Ecografía: es una técnica mucho más sensible para el diagnóstico de este síndrome pudiendo observarse cambios en la ecogenicidad pancreática, asi como en el hígado e intestino que nos pueden corroborar el diagnóstico.

 

Como vemos existen muchas maneras de evaluar estos órganos, sin embargo, la única manera de llegar al diagnóstico definitivo es mediante biopsia y el correspondiente examen histopatológico.

5-. Tratamiento de la triaditis felina.

El tratamiento de la triaditis felina es principalmente sintomático utilizándose una combinación de:

  • Fluidoterapia para corregir la deshidratación y las alteraciones electrolíticas.
  • Antibióticos, en caso de que la causa sea infecciosa.
  • Antieméticos para cortar los vómitos y las náuseas.
  • Analgésicos: pues sobretodo la pancreatitis suele ser un proceso muy doloroso.
  • Protectores gastrointestinales
  • nutrición adecuada, en muchos casos es necesaria la alimentación por sonda.
  • Manejo del estrés

6-.  Pronóstico.

Varía en función de la sintomatología que manifiesta cada animal y de la gravedad de la misma. Los gatos con pancreatitis aguda suelen tener un peor pronóstico que aquellos con pancreatitis crónica.

Tambien se describen factores pronostico negativo como la hipocalcemia también se ha asociado a un peor pronóstico. El pronóstico de los gatos con colangitis neutrofílica es menos favorable que el de aquellos con colangitis linfocítica.

 

 

Esperamos que os sea de utilidad este articulo y que sepáis reconocer los indicios de este síndrome para acudir rápidamente a vuestro veterinario y que determine si se trata de una triaditis felina para asi instaurar el tratamiento adecuado de forma precoz.

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