Otitis en perros y gatos

La otitis es un problema que puede afectar tanto a perros como a gatos de todas las razas y edades, representando una de las razones más frecuentes de visita al veterinario, pues nuestros animales son propensos a sufrir esta alteración del oído debido a la conformación de su canal auditivo.

 

Por este motivo en este artículo desde clínica veterinaria el paseo os queremos hablar de esta enfermedad tan común para así saber detectarla y reconocer sus síntomas, pues es importante la instauración del tratamiento adecuado de forma temprana pues puede ser una afección muy dolorosa y si se cronifica podría provocar pérdidas de audición.

1-. Anatomía del oído.

El oído de los perros y gatos se puede dividir en tres partes:

         a-. Oído externo: comprende el pabellón auricular y el conducto auditivo externo el cual va desde la entrada hasta la membrana timpánica y se divide en dos porciones (vertical y horizontal), estando recubierto por piel.

          b-. Oído medio: es una cavidad llena de aire que comienza justo detrás del tímpano donde se localizan 3 pequeños huesos; el martillo, el yunque y el estribo.

          c-. Oído interno: se sitúa por detrás del oído medio y contiene los órganos de la audición y el equilibrio.

2-. ¿Qué es la otitis?

La otitis se define como la inflamación de una o varias partes del canal auditivo generando diferentes grados de molestia en función de donde se localice, distinguiéndose principalmente tres zonas:

  • Otitis externa: es la forma más frecuente y se define por la inflamación localizada del pabellón auricular y/o del conducto auditivo externo.

  • Otitis media: se produce por una inflamación del oído medio, localizado justo detrás de la membrana timpánica, habitualmente es consecuencia de infecciones del oído externo no controladas.

  • Otitis interna: es la variante más grave pues compromete un grupo de nervios existiendo un alto riesgo que la inflamación de esta zona afecte a las meninges y altera tanto la audición como el equilibrio.

3-. ¿Cuáles son las causas de otitis?

Existe una amplia variedad de causas primarias que nos pueden desencadenar una otitis tanto en perros como en gatos entre las que destacan:

  • Alergias e hipersensibilidades
  • Cuerpos extraños
  • Ácaros
  • Tumores
  • Pólipos
  • Defectos de la queratinización
  • Enfermedades endocrinas
  • Lesiones en el canal auditivo

 

Cuando un perro o gato presenta una de estas alteraciones se debe aplicar el tratamiento adecuado rápidamente, pues de lo contrario el problema puede dar lugar a la aparición de las causas secundarias y como resultado infecciones por bacterias, hongos, levaduras…

 

Además de todas estas causas, se describen una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer otitis, entre estos factores predisponentes destacan los siguientes:

  • Humedad en el canal auditivo
  • Orejas caídas
  • Conductos auditivos estrechos
  • El exceso de pelos en el conducto auditivo
  • La excesiva limpieza
  • El uso de bastoncillos de algodón

4-. Síntomas de otitis.

La otitis puede ser un problema muy doloroso y nuestros animales suelen manifestar signos evidentes de molestia entre los que destacan:

  • Sacudidas persistentes de la cabeza.
  • Secreción anómala y abundante del conducto auditivo.
  • Mal olor en el oído, sobretodo cuando hay infección.
  • Ladeo de cabeza hacia el lado afectado.
  • Rascado continuo del pabellón auricular.
  • Inflamación del pabellón auricular
  • Dolor a la manipulación de la oreja

Si hay inflamación del oído interno, podrían llegar a manifestar signos de sordera, alteración del equilibrio…

5-. Diagnóstico de la otitis.

Si detectas alguno de los síntomas descritos anteriormente es necesario que acudas a tu veterinario para someter a tu amigo de cuatro patas a una revisión en la cual trataremos de identificar las causas desencadenantes del problema, así como instaurar el tratamiento idóneo.

Además de la revisión general puede ser necesaria la realización de un examen citológico para detectar la presencia de parásitos, bacterias u hongos, e incluso un cultivo bacteriano.

En los casos que se requiera una exhaustiva exploración de todo el conducto auditivo será necesaria la sedación del animal para evitar dolor y lesiones innecesarias e incluso en muchos casos que la exploración con un otoscopio básico no sea suficiente se puede recurrir a la exploración mediante endoscopia rígida.

6-. Tratamiento.

Es fundamental el diagnóstico precoz de la causa desencadenante para la instauración del tratamiento específico lo más rápidamente posible, pues se sabe que cuanto antes se trate la otitis, mayores serán las posibilidades de resolver el problema sin complicaciones añadidas.

En primer lugar debemos tratar la causa desencadenante de forma específica, siendo las más frecuentes:

  • Cuerpos extraños: extraerlo cuidadosamente, para ello normalmente se requerirá sedación con el fin de evitar estrés y molestias al paciente.
  • Parásitos: como por ejemplo los ácaros, se aplicará un producto acaricida.
  • Alergias: será necesario el control de dichos problemas.

 

Una vez resuelta la causa que dio lugar al problema en muchos casos es necesario el control de las complicaciones asociadas, para ello principalmente se emplean productos tópicos en forma de gotas, geles… y destacan los siguientes:

  • Ceruminolíticos: para limpiar las secreciones, eliminando la cera y reduciendo la cantidad de microorganismos. Este producto dependerá del tipo de secreción.
  • Antiinflamatorios y analgésicos: la otitis es un proceso muy doloroso por tanto es imprescindible aplicar productos que reduzcan la inflamación de la zona y controlen el dolor.
  • Antibióticos: para el control de la infección, idealmente se elegirá el mismo en base al cultivo y antibiograma de la secreción.

 

En algunos animales estará indicada la administración de medicamentos sistémicos vía oral y cuando no haya respuesta al tratamiento médico es posible que se requiera corrección quirúrgica del problema.

 

Esperamos que este artículo os sea de utilidad y que después de leerlo sean capaces de detectar precozmente algún signo de otitis para así poder acudir a tu veterinario lo antes posible para llevar a cabo el diagnóstico y tratamiento adecuado.

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