Desmontando falsos mitos felinos

Estamos acostumbrados a escuchar con relativa frecuencia mitos en relación a los gatos como que éstos siempre caen de pie, que las gatas deben parir al menos una vez en su vida, que perros y gatos no pueden vivir juntos…

Por esta razón, en este artículo de nuestro blog queremos hacer un repaso de algunas afirmaciones frecuentes y carentes de fundamento, para tratar de desmentirlas. ¡Os animamos a participar comentado cualquier otra mentira sobre gatos que se os ocurra!



1-. Los gatos son ariscos

Esta es una creencia tan extendida como falsa. El error radica en comparar gatos y perros puesto que son animales muy distintos, con formas de ser diferentes, por lo que no podemos pretender que se comporten igual.

El perro tiene una concepción más jerárquica de la vida, en la que existe un líder o jefe, mientras que el gato no, por tanto, su obediencia no puede compararse a la de los perros, además no debemos olvidar que ellos todavía conservan el instinto salvaje de sus antecesores y les gusta sentirse libres.

Es más, todos los amantes de los gatos, que disfrutamos de su convivencia podemos afirmar lo cariñosos que pueden llegar a ser.



2-. Los gatos siempre caen de pie

¡Nada más lejos de la realidad! Si es cierto que son muy flexibles y en caídas a una determinada altura suelen ser capaces de adoptar la postura adecuada para amortiguar el impacto y caer de pie, gracias al reflejo de enderezamiento.

Sin embargo, a escasa altura puede que no tengan tiempo suficiente para girarse y aterrizar de pie y en grandes caídas pueden sufrir lesiones muy graves. Esto se conoce como el síndrome del gato paracaidista.



3-. Los gatos negros dan mala suerte

Puede que esta sea una de las afirmaciones más extendida y dañina sobre los gatos negros, pero que es totalmente falsa. El origen de este mito se establece en la edad media, cuando a estos felinos se les comenzó a relacionar con las brujas y el diablo.

Esto provocó que injustamente se le colgara el San Benito de ser portadores de la mala suerte, esto fue calando en la sociedad del momento lo que dio origen al exterminio cruel de muchos gatos, principalmente en el continente europeo.



4-. Es bueno que las gatas críen al menos una vez

A día de hoy aun encontramos personas que creen que las gatas deben tener al menos un parto en su vida para ser felices o evitar problemas… La realidad es que no, al contrario, una gata puede tener mejor calidad de vida si la esterilizamos.

Esta cirugía evita marcajes, escapadas, maullidos desbocados, embarazos no deseados, peleas, heridas… además de tener un efecto protector frente a tumores de mama y evitar el desarrollo de infecciones de útero.



5-. Gatos y perros no pueden vivir juntos

Otra de las afirmaciones que carece de fundamento y que se puede desmentir fácilmente es esta. Si bien es cierto que existen perros y gatos incompatibles (igual que ocurre con algunas personas) en la mayoría de casos gatos y perros bien socializados pueden convivir perfectamente e incluso llegar a ser grandes amigos.



6-. La embarazadas no puede convivir con gatos

Este es uno de los aspectos más delicados y que más daño ha hecho a muchos gatos. En este artículo no vamos a entrar en gran detalle ya que estamos preparando una entrada exclusivamente para tratar este tema.

Pero si avanzaremos unas pinceladas diciendo que el problema radica en que algunos gatos, en un determinado momento de su vida, podría transmitir la toxoplasmosis a las personas, lo cual no implica que gatos, embarazadas y bebes no puedan convivir perfectamente.

Por otro lado, diversos estudios más recientes, demuestran que es más probable el contagio a través de fruta o verdura mal lavada, carne poco cocinada, trabajos de jardinería… que por contacto directo con nuestro gato.



7-. Los gatos ven en la oscuridad

Podemos considerar que este es un mito parcialmente falso ya que, aunque ellos pueden ver con escasa luz gracias a la capacidad que tienen sus pupilas de dilatarse, en la oscuridad total no ven absolutamente nada.



8-. Los gatos lo arañan todo

Los gatos utilizan superficies duras y muchas veces elevadas para afilar sus uñas y ejercitar la musculatura. En la naturaleza suelen emplear árboles u otros elementos. En nuestro hogar, si les facilitamos rascadores adecuados como alternativa no tiene por qué estropearnos nada.



9-. A los gatos les gusta la leche de vaca

Seguro que todos hemos visto alguna película en la que aparece un gatito bebiendo leche, sin embargo, tenemos que deciros que esta es otra creencia errónea ya que la realidad es que los gatos adultos no la necesitan.

El problema es que muchos de estos animales no son capaces de asimilar la lactosa porque carecen de la enzima lactasa, responsable de su digestión, por lo que los lácteos pueden convertirse en un alimento toxico y ocasionarle trastornos gastrointestinales.

Ademas, por su composición, la leche de vaca no es recomendable para felinos y en el caso de gatos cachorros, que necesitan lactación artificial, actualmente disponemos de leche de gata maternizada que sería la opción ideal para ellos.

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