Desparasitación en perros y gatos.

Uno de los principales riesgos que afrontamos cuando un perro y/o un gato pasa a formar parte de nuestra familia, más aún cuando es cachorro, es que pueda contraer cualquier infección que pueda causar una enfermedad grave, muchas de las cuales pueden ser transmitidas por parásitos tanto internos como externos.

Por este motivo debemos ser conscientes de la importancia de mantener a nuestros amigos de cuatro patas protegidos frente a estos agentes, además, es interesante saber que algunos de estos parásitos pueden ser zoonosis y transmitirse del animal al humano y viceversa.

Desde Clínica Veterinaria el Paseo queremos proporcionaros información sobre este tema y dejaros una serie de consejos para mejorar la salud y calidad de vida de nuestro perros y gatos.

Definiciones.

 

A-. Desparasitación: es la práctica, cada vez más habitual, a través de la cual se eliminan los parásitos que nuestros animales pueden albergar en su organismo. Debe realizarse frente a parásitos internos y externos de manera preventiva, durante toda la vida del animal y para ello existen diferentes métodos para llevarlo a cabo.

B-. Parásitos: son seres vivos que viven sobre o dentro de otros seres vivos conocidos como hospedadores alimentándose a costa de éstos. La principal vía de contagio es fecal-oral o al entrar en contacto con huevos y/o larvas eliminadas, pero además los cachorros también se pueden infestar vía placentaria durante la gestación y/o lactancia.

Síntomas comunes:

Los signos más típicos que pueden hacernos sospechar que nuestro amigo peludo está parasitado incluyen adelgazamiento, tristeza, debilidad, pelo reseco, costras, descamación y eczemas. También pueden presentar signos digestivos tales como vómitos, diarreas, cacas con sangre… Cuando la carga parasitaria es severa se puede dar obstrucciones, anemia e incluso alteraciones nerviosas.

 

 

Tipos de parásitos.

Hay una gran variedad de parásitos, tanto internos como externos con los que nuestro amigo de cuatro patas de puede infectar y enfermar, principalmente tras oler heces de otros perros, ingerir agua o alimentos contaminados, lamer el suelo…

 

Parásitos externos

Los más frecuentes en nuestros animales de compañía son pulgas y garrapatas, ambos son transmisores de muchas enfermedades.

 

Pulgas:

Son insectos succionadores que se alimentan de sangre, miden entre 2 y 4 mm y son capaces de correr saltar grandes distancias. Pueden estar presentes durante todo el año siendo más frecuentes en meses cálidos.  Su picadura causa problemas cutáneos con picor intenso e irritación.

Las hembras ingieren enormes cantidades de sangre de forma frecuente y son capaces de poner a lo largo de su vida de 300 a 400 huevos (alrededor de 25 huevos por pulga y día). Estos son depositados sobre el pelaje de su hospedado y seguidamente caen al suelo donde se desarrollan hasta alcanza la fase adulta.

Es interesante mencionar que únicamente el 5% de las pulgas se desarrollan sobre su hospedador, el 95% restante se encuentra en las zonas frecuentadas por el perro y/o gato, es decir, la mayor parte de la carga parasitaria se encuentra en el ambiente.

Los signos principales de la infestación por pulgas son lesiones en la piel acompañadas de picor, principalmente por la zona ventral del abdomen, muslos, ingles, lomo, base de la cola y cara. Ademas en determinados pacientes la saliva de estas desencadena una dermatitis alérgica caracterizada por lamido excesivo, perdida de pelo, úlceras, escamas, costras… lesiones que pueden contaminarse y causar mal olor.

Garrapatas:

Después de las pulgas, son los parásitos externos más frecuentes en el perro y el gato. Se caracterizan por anclarse a la piel de éstos y perforarla para poder alimentarse de su sangre, pues se alimentan exclusivamente de este fluido.

La época del año con mayor carga parasitaria es durante la primavera y el verano, pero no hay que olvidar que son capaces de sobrevivir a las bajas temperaturas del invierno. Las hembras adultas pueden llegar a poner hasta 10000 huevos durante su vida y son capaces de aumentar 120 veces su peso después de ingerir sangre.

La ingesta de sangre puede durar de días a semanas. Las zonas preferidas son orejas, ojos, región inguinal y entre los dedos. Cuando la hembra está repleta de sangre cae al suelo donde pone los huevos y muere. Estos parásitos son capaces de pasar meses, incluso, años sin comer, esperando a su hospedador.

En este punto mencionar que los gatos domésticos suelen ser menos parasitados por garrapatas por el hecho de salir menos a la calle y dedicar más tiempo a su higiene. Sin embargo, en ambas especies, estos parásitos pueden causar lesiones directas por su picadura además de anemia, además de transmitir numerosas enfermedades (Enfermedad de Lyme, ehrlichiosis, babesiosis, hepatozoonosis…)

 

Dentro del grupo de parasitos externos, tambien nos gustaria mencionar por su importancia a los mosquitos, más concretamente del flebótomo, transmisor de la Leishmaniosis, enfermedad muy grave en nuestra zona.

Os dejamos el siguiente enlace a nuestra página web donde encontraras más información referente a esta enfermedad.

https://veterinariaelpaseo.com/leishmaniosis-canina

Mosquitos flebotomo:

Está presente en casi toda España, pero con mayor prevalencia en la zona mediterránea, y su mayor importancia radica en ser el agente transmisor de Leishmania.

Parásitos internos

Los más habituales son los que viven en el intestino de nuestros perros y gatos, conocidos vulgarmente como lombrices. Se pueden infectar de manera fecal-oral por contacto con heces o superficies contaminadas e incluso algunos pueden infectar vía vertical de la madre al feto o los cachorros.  Dentro de este gran grupo destacan:

Áscaris o gusanos redondos.

Tenias, solitarias o gusanos planos.

Anquilostomas o gusanos con gancho.

Gusanos látigos o tricúridos

Cestodos.

Tambien existen otros parásitos internos capaces de afectar a otros órganos como la filaria o gusano del corazón que su fase adulta vive en el corazón y grandes vasos pulmonares provocando insuficiencia pulmonar y/o cardiaca e incluso la muerte.

Mención aparte para la Thelazia, un gusano que vive en el ojo del perro, llegando a producirle heridas o úlceras.

 

 

Tratamientos antiparasitarios más habituales.

En este apartado recogemos algunas de las opciones más habituales para la prevención y tratamiento de parásitos, tanto internos como externos. Recomendamos que estos productos tengan el mayor espectro posible para asi cubrir mayor variedad de parásitos puede de lo contrario habrá que administrar muchos productos para conseguir una perfecta desparasitación.

Productos de aplicación cutánea: (repelentes transdémicos) principalmente collares y pipetas, aunque también existen champús y sprays, lo cuales tienen su utilidad, no obstante, su eficacia es mucho menor.

Todos estos métodos, ya sea de forma independiente o combinados resultan muy útiles para controlar parásitos externos, además, determinados collares y pipetas también ofrecen un efecto repelente frente al mosquito transmisor de la leishmaniosis.

Cuando usemos collares antiparasitarios en casas donde convivan varios animales hay que llevar cuidado porque al jugar pueden morder el collar e ingerir trozos, lo cual puede resultar muy tóxico.

Comprimidos masticables y pastillas: poseen un principio activo que es absorbido a nivel digestivo y pasa a la sangre causando la muerte de los parásitos.

 Jarabes: son perfectos para desparasitar internamente a nuestros cachorros.

Tras una desparasitación interna es interesante observar las heces por si presentaran gusanos, de ser asi se recomiendo volver a desparasitar en 15 dias.

¿Cuándo debo desparasitar a mi perro y/o gato?

La frecuencia dependerá de múltiples factores como el hábitat, estilo de vida, si vive solo o con más animales, estado de salud, estado reproductivo (hembra gestante, lactante) y sobretodo de l a edad:

 

Cachorros:

Todos deberían recibir su primera desparasitación interna entre los 20 y 30 dias de vida y siempre antes de cada vacuna. En cuanto a la desparasitación externa, se hará a partir de las 8 y 10 semanas de vida de forma rutinaria según el producto empleado y en base a los factores de riesgo a los que esté expuesto.

 

Adultos:

Pasada la etapa de cachorro, en nuestra zona recomendamos mantener una desparasitación continua, cada animal, en base a sus circunstancias necesitara un protocolo personalizado, pero en general se aconseja desparasitar internamente al menos cada 3 meses y externamente de forma continuada durante todo el año.

 

Hembras gestantes:

Es recomendable desparasitarla durante el celo para reducir el riesgo de contagio durante la monta, asi como 15 dias antes del parto y 15 dias después a fin de prevenir que los parásitos pasen a la placenta e infecten a los cachorros.

 

En este punto, pídenos consejo referente al tipo de producto y la frecuencia idónea con la que tienes que desparasitar a tu perro o gato pues te podemos asesorar para encontrar el mejor protocolo de desparasitación, asi como el calendario vacunal ideal e indicar medidas básicas de higiene para prevenir, controlar y combatir estos parásitos y por ende mejorar la salud y calidad de vida de nuestros animales.

Deja un comentario