¿Por qué los gatos suelen tener problemas urinarios?

Seguramente muchos os habréis dado cuenta que nuestros gatos no suelen beber mucha agua, comportamiento que viene heredado de sus antepasados felinos que habitaban zonas desérticas. Esto supone que la cantidad de pipi producida será menor
y estará más concentrada, haciendo que los gatos sean más propensos a padecer afecciones urinarias que los perros o incluso que los humanos.

Por ello, en el post de este mes queremos hablar de un problema bastante común en los gatos como son las alteraciones de las vías urinarias bajas, también conocidas actualmente como FLUTD (Feline lower Urinary tract disease), término general empleado para definir un conjunto de enfermedades que afectan el tracto urinario inferior del gato (vejiga y uretra) como son los cálculos en la vejiga, cristales urinarios, obstrucciones en la uretra, infecciones, cistitis…

Esta afección, bastante dolorosa, se puede presentar en gatos de cualquier edad y sexo, aunque es especialmente problemática en los machos. Existen gran variedad de causas relacionadas con su aparición, entre las que destacan:


Causas

    1. Relacionadas con el desarrollo
    2. Traumáticas
    3. Metabólicas Toxicas
    4. Infecciosas
    5. Inflamatorias
    6. Neoplásicas
    7. Etiológicas (Estrés)
    8. Nutricionales
    9. Idiopáticas
     

Cuando un gato sufre alguna de estas alteraciones va a manifestar una amplia gama de síntomas, siendo los más frecuentes:

  • Orinar con más frecuencia: podemos observar cómo acude al arenero repetidamente y muchas veces no elimina apenas nada.
  • Dificultad para orinar: el gato pasa más tiempo en el arenero y puede mostrar signos de incomodidad o dolor (maullar, exceso de vocalizaciones, lamido de la zona genital/de la uretra, cambios de comportamiento), también podemos observar sangre en la orina.
  • Orinar fuera de la bandeja o en distintos rincones de la casa.
  • En casos más graves puede aparecer anorexia, vómitos, deshidratación, hipotermia e incluso en situaciones extremas, depresión y debilidad.
 

Si detectas alguna de estas manifestaciones, lleva a tu gato al veterinario, pues esto puede desembocar en una obstrucción urinaria, problema grave que podría ser letal,por lo que necesita una actuación urgente.



¿Cómo puedes reducir el riesgo de tu gato a sufrir enfermedades urinarias?

 

Como regla general podemos aplicar una serie de recomendaciones para mantener las vías urinarias de nuestro gato en buen estado. Aquí os dejamos una serie de consejos:

  1. Estimular el consumo de agua: para ello podemos poner varios bebederos, que siempre tengan agua limpia y fresca, se pueden emplear fuentes de agua….
  2. Ofrecer una buena alimentación: un pienso de gama alta ayuda a controlar el pH de la orina y el peso, además en determinados casos está indicada la comida húmeda.
  3. El arenero: es un punto muy importante, debe estar separado de la zona de alimentación y en un lugar tranquilo, además de ser limpiado frecuentemente.
  4. Minimizar situaciones estresantes: la ansiedad y el estrés pueden favorecer la aparición de problemas urinarios (entre otros).
  5. Enriquecimiento ambiental: proporciona a tu gato espacios para rascar, descansar, esconderse… Complementa esto con rascadores, túneles de juego, cajas, juguetes…
  6. Usa feromonas: si las medidas anteriores no son suficientes se puede recurrir al uso de feromonas sintéticas (Feliway), estas son de fácil aplicación y proporcionan un inocuo pero seguro efecto apaciguador.
  7. Contacto social: nuestro gato debe poder jugar con nosotros u otros animales, si le apetece.
 
 

Resumiendo, podemos decir que las enfermedades de a vías urinarias felinas suelen ser frecuentes y en muchos casos difíciles de tratar. Esperamos que estos consejos os sean de utilidad y recordad, para más información no dudéis en contactar con vuestro veterinario.

 
 

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