Toxoplasmosis y mujeres embarazadas.

 

 

¿Qué es la toxoplasmosis?

 

La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el parásito Toxoplasma gondii. Esta zoonosis parasitaria (enfermedad que puede afectar tanto a personas como a animales) está presente en multitud de mamíferos, incluido el hombre, de hecho alrededor del 30 – 40 % de la población mundial presenta esta enfermedad.

 

En personas con un sistema inmune sano suele ser una enfermedad asintomática o en algunos casos presentar síntomas parecidos a los de una gripe, sin embargo, en individuos inmunodeprimidos (enfermos de SIDA, en tratamiento con inmunosupresores, quimioterapia…), niños y ancianos, las consecuencias pueden ser más graves, pudiendo cursar con alteraciones pulmonares, cardiacas y/o neurológicas.

 

Contraer la toxoplasmosis durante el embarazo no suele ser grave para la mujer, sin embargo, el riesgo para el feto es mayor ya que éste podría sufrir hidrocefalia o incluso desembocar en un aborto involuntario, malformaciones o daños irreversibles en el sistema nervioso central del neonato.

 

 

¿Cómo se transmite la toxoplasmosis?

 

Para entender esto debemos conocer dos conceptos:

 

            – Hospedador definitivo: es aquel animal donde el parásito alcanza su madurez y se reproduce. Los gatos actúan como tal, esto supone que los felinos son los únicos hospedadores del parasito que se pueden infectar y además contagiar la enfermedad.

 

            – Hospedador intermediario: es aquel animal que se puede infectar pero que no puede contagiar la enfermedad. Actúan como tal más de 200 especies de vertebrados, entre ellos primates, insectívoros, marsupiales, aves, felinos, así como el ser humano.

 

La toxoplasmosis en gatos

 

Los gatos se pueden infectar de toxoplasmosis de dos formas:

  • Directa: por contacto con las heces de animales infectados o con un entorno contaminado. Tambien se puede dar la infección de la madre al feto cuando la gata se infecta durante la gestación.
  • Indirecta: cuando el patógeno llega al cuerpo del gato a través de huéspedes intermediarios, es decir, cuando el gato caza pequeñas presas infectadas como ratones, pájaros… o también, a través de la ingesta de carne cruda contaminada.
 

La toxoplasmosis clínica felina es poco frecuente. Habitualmente los gatos contraen la enfermedad durante los primeros meses de vida y cuando se infecta por primera vez pueden presentar signos clínicos generales (fiebre, letargia, pérdida de peso…).

 

Durante estos primeros días de infección el gato eliminará ooquistes infecciosos a lo largo de unos 15 a 20 dias durante los cuales su sistema inmune producirá anticuerpos a fin de controlar la enfermedad y parar la eliminación de huevos a través de las heces.

 

Una vez controlada la infección, es muy improbable que el gato vuelva a transmitir la enfermedad o suponga riesgo alguno para las personas. Es también interesante remarcar que, durante la eliminación de huevos a través de las heces, éstos no son contagiosos, pues deben pasar de 1 a 5 dias en el ambiente para ser infecciosos.

 

Toxoplasmosis en el embarazo

 

Las mujeres que se infectaron previamente a quedarse gestantes no presentar ningún riesgo para el feto.  El problema viene cuando una mujer se infecta de toxoplasma durante el embarazo.


Si la infección sucede en fases tempranas del embarazo el riesgo de transmisión fetal es leve (< 6 %), no obstante, durante el tercer trimestre de gestación ese porcentaje aumenta entre el 60 % y el 80 % pudiendo causar en el feto:

  • Hidrocefalia
  • Microcefalia
  • Calcificaciones intracraneales
  • Retinocoroiditis
  • Estrabismo
  • Ceguera
  • Epilepsia,
  • Retrasos en el sistema psicomotor
  • Retrasos en el desarrollo psíquico
  • Anemia
  • Trombocitopenia

 

Consejos para las embarazadas

 

De todos los peligros para la madre y el feto durante el embarazo, es habitual encontrar la toxoplasmosis entre los primeros de la lista, sin embargo, el gato en si no representa ningún riesgo para las mujeres embarazadas, de hecho, únicamente aquellos gatos parasitados pueden serlo, pero solo durante los 15 o 20 días posteriores a la primoinfección.


Los gatos de casa, sin acceso al exterior, alimentados mediante pienso o comida procesada no suelen representar ningún riesgo ya que su contacto con el parásito de la toxoplasmosis está muy limitado, o es casi imposible. También nos gustaría aclarar que, incluso si un gato está infectado, la convivencia con mujeres embarazadas es posible, tan solo siguiendo una serie de medidas de prevención higiénicas básicas:


  • No alimentar al gato con carnes crudas o vísceras sin previa cocción (incluida la dieta BARF)
  • Evitar todo contacto directo con las heces del gato: si es posible, pide a otra persona que limpie el arenero, de lo contrario, ponte guantes al hacerlo.
  • El arenero se debe limpiar como mínimo diariamente, puesto que los huevos de toxoplasma tardan dias en ser infecciosos, así minimizarás el riesgo de contagio.
  • Mantener la pauta de desparasitación interna del gato al día.  
  • Pídele a tu ginecólogo una prueba para determinar si ya has tenido contacto con el patógeno de la toxoplasmosis. Después de la primera infección, el cuerpo genera anticuerpos y ya no hay peligro.
 

Resumiendo, podemos afirmar que la toxoplasmosis es una enfermedad de riesgo para las embarazadas, pero no debe suponer la estigmatización del gato, y no tiene ninguna justificación el abandono de un miembro de nuestra familia por la llagada de otro, ya que, aplicando una serie de precauciones, cualquier embarazada puede tener contacto con gatos sin riesgo para su salud ni la de su bebé. 



Medidas de higiene básicas

 

Podemos disminuir considerablemente el riesgo de contagio de toxoplasmosis al humano teniendo en cuenta estas premisas:


  • Cocinar la carne perfectamente al menos a 70 ºC pues esta temperatura inactiva al parásito, también ser puede congelar la carne previamente a ­20 ºC durante al menos 48 horas.
  • Lavarse las manos, utensilios y superficies de forma cuidadosa después de manipular alimentos crudos.
  • Lavando cuidadosamente todos los vegetales
  • ­Fuera de casa evitar la ingesta de legumbres, hortalizas o frutas crudas, asi como lácteos si no estamos seguros de su parteurización.
  • Ponerse guantes cuando se manipule tierra del jardín potencialmente contaminada por heces de gatos.
  • Tomar medidas para que sus gatos no puedan cazar y evitar alimentarlos con carne cruda o poco cocida.
  • Cubrir los fosos de arena de los niños o cajas para prevenir que los gatos los usen como arenero.

 

Tratamiento de la toxoplasmosis

 

Los gatos sanos suelen acabar con la infección por sí mismo sin mayores complicaciones, sin embargo, los gatos inmunodeprimidos con síntomas marcados se deben someter a un tratamiento.

 

Lo mismo sucede con las personas, en las que los síntomas suelen pasar desapercibidos y el cuerpo combate la infección por sí solo, pero en individuos inmunodeprimidos, ancianos, niños y sobretodo mujeres embarazadas puede ser necesario un tratamiento a base de antibióticos y/o antiparasitarios.

 

 

Pronóstico de la toxoplasmosis en gatos

 

Va a depender del estado inmunitario del gato y de su edad. Los individuos adultos sanos tienen un buen pronóstico, incluso sin tratamiento.

 

Cuanto más joven es el gato, peor es el pronóstico, por eso, si el gato se infecta poco después del nacimiento o en la fase neonatal, puede incluso morir. Cabe destacar que los gatos inmunodeprimidos suelen enfermar de forma permanente (crónica), ya que su cuerpo no puede combatir los toxoplasmas del todo.

 

 

Resumen

 

Tal como hemos comentado anteriormente, la toxoplasmosis es una enfermedad que únicamente puede transmitir el gato a pesar que múltiples especies se pueden contagiar.

 

Esto ha supuesto una estigmatización de los gatos durante mucho tiempo, problema que a día de hoy todavía arrastramos, sin embargo, con este texto nos gustaría aclarar algunas dudas y manifestar que esa creencia no es del todo correcta.

 

Sabemos que los gatos únicamente eliminan ooquistes infecciosos durante la primoinfección, y eso puede abarcar un periodo de un 15 a 20 días tras los cuales, en condiciones normales, ya no volverá a representar un peligro.

 

Además, durante esta fase, los huevos que elimina el gato con las heces no son infectivos y deben pasar de 1 a 5 dias en el ambiente para esporular y tener la capacidad de infectar a otro animales o personas que los ingieran.

 

Por todo, ello remarcamos que a pesar que el gato es el único que puede transmitir el parásito, las infecciones a humanos suelen ser más frecuentes por otra serie de causas como las que detallamos a continuación, que por el contacto con los gatos.

 

Causas:  

  • Consumir carne cruda o poco cocinada.
  • ­No lavarse bien las manos antes y después de la manipulación de alimentos, al igual que los utensilios y las herramientas utilizadas.
  • ­No lavar frutas, verduras y plantas aromáticas antes de consumirlas.
  • ­No limpiar y desinfectar con frecuencia la nevera.
  • ­Ingerir leche o productos lácteos sin pasteurizar.
  • ­No utilizar guantes en los trabajos de jardinería y en todos en los que se entre en contacto con la tierra.

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